Este es mi tributo especial a Paul Klee, quien pintara en 1960 el Angelus Novus y cuyo significado adquiere en esta época mayor sentido para mi.
El Angelus Novus observa atónito con los ojos desorbitados y las alas abiertas como la humanidad acumuló desastre sobre desastre, él quisiera revivir a los muertos, detener el acabose universal, pero una tempestad lo empuja hasta el futuro mientras que las ruinas crecen hasta el cielo. Ese huracán es lo que llamamos progreso.
Pero ¿qué podemos decir acerca del progreso y lo que nos ha llevado a buscarlo hasta por debajo de las piedras?
¿Será inevitable que ese huracán termine con la humanidad?
Quizá tampoco pueda responder a esas preguntas. Quizá el Angelus Novus se las hizo también y llegó a una conclusión no muy alentadora, por eso su gesto de espanto mezcolanza del Grito de Edvard Munch y Estudio para el Papa Inocencio de Francis Bacon.
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